Cuando las desconocidas jovencitas que salimos elegidas como
las portadoras de un título de belleza, somos presentadas a los medios como “Fulana
De Tal, Miss LindaEinteligenteDeXPaís”, lo que menos tenemos presente es que
todo nuestro pasado se haría público.
Es obvio que, para ese momento en que apenas dicho nuestro nombre en el multitudinario concurso se nos googlea, la organización previamente hizo lo suyo y dejó lo más oculto que se puede en internet, todas aquellas fotos de salidas en clubes nocturnos rodeadas de botellas de alcohol, de presencias en manifestaciones o marchas políticas, de explícitas muestras de cariño con novios o pretendientes y, si existiesen, las notas que dimos antes de aprender oratoria.
Es obvio que, para ese momento en que apenas dicho nuestro nombre en el multitudinario concurso se nos googlea, la organización previamente hizo lo suyo y dejó lo más oculto que se puede en internet, todas aquellas fotos de salidas en clubes nocturnos rodeadas de botellas de alcohol, de presencias en manifestaciones o marchas políticas, de explícitas muestras de cariño con novios o pretendientes y, si existiesen, las notas que dimos antes de aprender oratoria.
Para refrescar la memoria, una Miss no debe hablar de política o religión y debe guardar las formas, siendo educada y agradable, ya que es un gran modelo a seguir para muchísimas mujeres en todo el mundo.
Ahora bien, volvamos a ese momento en que te cruzan mil cosas por la cabeza (o ninguna) y caes en cuenta de que sos la representante de todo un país. ENTERO.
Heavy.
Yo la tuve fácil dentro de todo, 41 millones no parecen
tantas personas comparado con China (1.351 miles de millones) o Rusia (143.5
millones), ellas sí que debieron sentir un poquito pesados los hombros.
Lo que menos pensás es en lo que hiciste de adolescente que
podría repercutir en tu nueva condición. De todas formas, lo relevante aquí es que se
conoce todo lo que la flamante Miss hizo, dijo, se puso, mostró… bueno
o malo… no importa, lo que más venda. Pero no se conoce casi nada de las
ganadoras después de terminado su año titular (y eso que actualmente con
Facebook es mucho más fácil investigar). Por eso mismo el post de este mes
(cabe aclarar que debido a temas personales tuve que dejar de lado durante
estos dos últimos meses mi compromiso con este blog y pido disculpas) es la
vida después del reinado. Temática que continuaré en futuros posteos, no desesperéis,
pero que en el presente debo acotar a dos Misses que quisiera que conozcan
antes, durante y después de su título como reinas de belleza:
Leah Ryerse, Miss Canadá Mundo 2008, nació el 30 de abril de 1988 en Stoney
Creek (Ahora llamado Hamilton) en Ontario, una de las 10 provincias de Canadá. Durante
su año de reinado, cursaba el segundo año de la carrera de Trabajo Social y
Salud en la Universidad McMaster. Carrera de la que se egresó con honores en
el año 2012. Hoy por hoy vive en Hamilton, trabajando como facilitadora en un
instituto de enseñanza de conducta. Está en pareja hace ya más de un año y su
paso por los concursos de belleza siempre se destacó por su amplia participación
en los eventos solidarios y las obras de caridad. Leah formó parte de mi grupo
más cercano en el Miss World y de ella me llevé los mejores recuerdos, porque
junto a Miss Australia (la otra homenajeada de esta entrada) decidieron llamarme
la “extranjera” ya que era la única latina en nuestro grupito de juntada post
obligaciones en los cuartos del hotel. Siempre que tenía que decir alguna
palabra de la que (a pesar de tener un muy buen nivel de inglés) desconocía su
traducción en inglés, se armaba una especia de “dígalo con mímica” y entre
todas (se sumaban siempre Miss Albania, Miss Chipre y Miss Taiwan) trataban de
adivinar qué estaba intentando nombrar (nos ayudaba a distendernos –y a mí a
incorporar vocabulario- un poco dentro de lo exigente que se pueden tornar los
certámenes de belleza). Ya les comenté del grupo privado de Facebook que tenemos entre
todas las participantes de ese año en Sudáfrica para actualizarnos de nuestras
vidas… Es allí que un día publicó cuando se recibió y todas compartimos
nuestras sinceras alegrías. Y es ahí que, Katie Richardson, Miss Australia
Mundo 2008, nos repartió su inmensa felicidad porque se iba a casar con el (por
supuesto) perfecto novio del que tanto nos habló (y admito estábamos celosas) cuando estábamos en
Johannesburg. Ella estudió y se recibió en Dietética y Nutrición en la
Universidad de Wollongong, mismo lugar donde nació y actualmente reside,
localizada en Nueva Gales del Sur en Australia, claro está. Katie también es
profesora (y una muy experimentada) en la Asociación Australiana de Baile y
Medicina (APDA en sus siglas en inglés) desde hace un tiempo ya. Con ella lo
divertido era decir obscenidades (no es que las dijéramos todo el tiempo ni que
fueran cosas irrepetibles) y tocar temas pudorosos para ella como el sexo, y
ponerla nerviosa. Tiene una respuesta tan espontáneamente parecida a la de la
abuelita de Tweety para con esos tópicos que, a pesar de las disculpas
correspondientes, siempre volvíamos a hacerlo.
A continuación dejo fotos de ambas, en orden: Leah cuando ostentaba su título
como Miss World Canadá 2008, durante Miss World 2008 acariciando un leopardo
dentro de una reserva en la que nos llevaron de safari con Miss Costa Rica (derecha)
y quien les escribe (izquierda), con su novio (divinos!!) y en la actualidad.
Después viene Katie, la primera es cuando fue Miss Australia World 2008, la
segunda durante el concurso mismo internacional en un inolvidable recibimiento en un pueblo
llamado Soweto, la tercera cuando se casó (sí sí… saco la tarjeta de “Permitido
odiar y envidiar -sanamente-”… parecen sacados de una película) y la última es de ella
junto a su compañía de baile.
Hasta la próxima, muñecas!!